La glándula tiroides del gato

Hipertiroidismo en gatos

El hipertiroidismo, o una tiroides hiperactiva, es común en los gatos mayores. Una tiroides hipoactiva, en cambio, es rara en los gatos, mientras que en los perros, el hipotiroidismo es mucho más frecuente. Afortunadamente, el hipertiroidismo en gatos suele ser tratable. Pharmacy4pets le ayuda a reconocer los problemas de tiroides en su gato.

La tiroides en gatos

La glándula tiroides del gato está formada por dos pequeños órganos ubicados a ambos lados de la tráquea en el cuello. Las tiroides producen hormonas tiroideas, que son fundamentales para el metabolismo. Un exceso (o falta) de estas hormonas afecta a muchos otros órganos. La mayoría de los gatos con problemas tiroideos padecen hipertiroidismo, lo que significa que la tiroides produce demasiadas hormonas. El hipotiroidismo, o una tiroides hipoactiva, es muy raro en gatos.

Hipertiroidismo en gatos

En los gatos con una tiroides hiperactiva, la glándula tiroides está agrandada. El hipertiroidismo ocurre principalmente en gatos mayores, con una edad media de doce años. Cuando la tiroides funciona en exceso, el metabolismo del gato se acelera. En el 70% de los casos, ambas tiroides están agrandadas, mientras que en el 30% de los casos, la afección es unilateral.

Síntomas del hipertiroidismo en gatos

Debido al metabolismo acelerado, los gatos con hipertiroidismo suelen estar inquietos y fácilmente irritables. Tienen un apetito voraz, pero pierden peso a pesar de comer más de lo habitual. A menudo beben y orinan más y tienen más deposiciones. En algunos casos, pueden experimentar vómitos y/o diarrea. En etapas posteriores, pueden mostrarse más cansados y perder masa muscular. El corazón de los gatos con hipertiroidismo trabaja en exceso, lo que puede llevar a insuficiencia cardíaca y dificultad para respirar.

Diagnóstico de hipertiroidismo en gatos

El veterinario puede sospechar de hipertiroidismo basándose en los síntomas y la presentación clínica del gato (delgadez, falta de musculatura, frecuencia cardíaca alta). La tiroides agrandada suele ser palpable. El diagnóstico se confirma con un análisis de sangre que mide los niveles de hormonas tiroideas (T4 o tiroxina), que estarán elevadas en gatos con hipertiroidismo. También se recomienda medir la presión arterial, ya que la hipertensión es común en gatos con hipertiroidismo y puede causar ceguera, derrames cerebrales, insuficiencia renal y problemas cardíacos.

Tratamiento del hipertiroidismo en gatos

Existen cuatro opciones de tratamiento para gatos con una tiroides hiperactiva. La mejor opción depende de la edad, la condición clínica del gato y las posibilidades del dueño. A continuación se describen brevemente cada opción.

Medicamentos para el hipertiroidismo

Los síntomas del hipertiroidismo suelen controlarse bien con medicación que inhibe la producción de hormonas tiroideas. Esta medicación está disponible en forma de tabletas, líquidos y ungüentos para las orejas, y debe administrarse de por vida dos veces al día. Aproximadamente un mes después de comenzar el tratamiento, se debe realizar un análisis de sangre para ajustar la dosis si es necesario.

Yodo radiactivo

En este tratamiento, el gato recibe una inyección de yodo radiactivo, que destruye las células tiroideas anormales sin dañar las células normales. Debido a la radioactividad, el gato debe permanecer en la clínica durante unos días, y más tiempo si hay mujeres embarazadas o niños pequeños en casa. La mayoría de los gatos no necesitan más medicación después del tratamiento, aunque en algunos casos la tiroides puede volverse hipoactiva (hipotiroidismo), lo que requeriría la administración de hormonas tiroideas.

Alimentación sin yodo

Sin yodo, el gato no puede producir hormonas tiroideas. Una dieta muy baja en yodo puede ayudar a normalizar la función tiroidea. Sin embargo, el gato debe encontrar la comida apetecible y no puede comer absolutamente nada más aparte de esta dieta. Esta opción no es adecuada para gatos que salen al exterior o para hogares con varios gatos que no pueden ser alimentados por separado, ya que la comida no es adecuada para gatos sanos.

Cirugía de la tiroides

Las tiroides agrandadas pueden extirparse quirúrgicamente. Antes de la operación, se debe realizar una exploración para determinar si una o ambas glándulas están agrandadas y si hay tejido tiroideo adicional en el tórax. Las glándulas paratiroides, que están cerca de las tiroides, no deben dañarse, ya que la lesión podría provocar niveles peligrosamente bajos de calcio en sangre. El tejido tiroideo puede volver a crecer.

El hipertiroidismo es una de las afecciones geriátricas más comunes en los gatos, junto con la enfermedad renal crónica y la diabetes. Si no se trata, el gato morirá debido al metabolismo acelerado, pero afortunadamente, el hipertiroidismo es casi siempre tratable. Si tiene alguna pregunta sobre nuestros productos o sobre la tiroides de su gato, póngase en contacto con nosotros.

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